lunes, 9 de julio de 2007

Locos


I was thinking about... "Los renglones torcidos de Dios"

Es el libro de Torcuato Luca de Tena que acabo de terminar de leer.
La historia sucede en un manicomio, al que llega una nueva interna de cuya mano vamos descubriendo los distintos personajes que lo habitan y sus historias.

Hay un párrafo pronunciado por uno de los residentes, el llamado "Autor de la Teoría de los Nueve Universos", que da título al libro y es realmente conmovedor: el personaje es un viejo que cree haber descubierto una teoría astronómica muy novedosa, razón por la cual los científicos de la NASA, celosos de su inteligencia, le han encerrado en el manicomio. Según dicha teoría el mundo se compone de nueve universos que están condenados, en un proceso inverso al Big Bang, a comprimirse cada vez más hasta convertirse, los nueve, en una única mota de polvo.
La mayor preocupación de este "científico" no es otra que la de intentar imaginar cómo serán capaces todos los que habitan la Tierra de apretarse tanto como para caber en esa partícula ínfima. Supone el buen hombre que éste será un proceso doloroso y, apenado, desea que sus compañeros de encierro mueran antes para no tener que sufrirlo:
No deben sufrir, le dice a Dios, "ellos sólo son los renglones torcidos de cuando aprendiste a escribir... tus faltas de ortografía".
Bella metáfora que oculta la angustia de no comprender el por qué de la existencia de unos seres tan atormentados, física y espiritualmente.

Es una incomprensión que compartimos, creo, la mayor parte de la población.
Desconocimiento, miedo, angustia, lástima, son los sentimientos que afloran cuando nos plantamos cara a cara frente a uno de estos "locos".
Y, sin embargo, mantengo, pese a las enérgicas opiniones contrarias de muchos, que no debemos sentir lástima por los enfermos o discapacitados mentales.
Lástima no, si acaso simpatía, empatía, necesidad de ayudarles.
Entre estos discapacitados se encuentran personas bellísimas y personas malvadas; artistas, nostálgicos, optimistas; enamorados, rencorosos, soñadores.
Como en todos los grupos humanos, dentro de este colectivo hay infinidad de personalidades, unas que merece la pena conocer y otras que no tanto; sujetos con los que congeniaremos y otros con los que preferiremos guardar una cierta distancia...
Pero, ante todo, los discapacitados mentales son nobles en un porcentaje cien veces mayor que en el caso de los considerados "normales".
Son sentimientos en estado puro, prácticamente incapaces de ocultar lo que piensan o sienten y mostrándose siempre tal como son, sin necesidad de disfraces.

Podemos aprender muchísimo de estas personas. Sólo con atrevernos a mirarles a la cara, a regalarles una sonrisa( recibiendo inmediatamente la suya de vuelta), estaremos dando el primer paso.
Lo digo por experiencia...

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