domingo, 26 de septiembre de 2010

Música ligera

I was thinking about... songs I love to sing while I drive

Últimamente la vida me tiene hartita de cosas serias e importantes, así que, para compensar, estoy en modo música intrascendente. Y es que es muchísimo más fácil empezar con una sonrisa el día si piensas que "tonight's gonna be a good night" y cantas a todo trapo "if you fall for me, I'm not easy to please" mientras el DJ prepara a Lady Gaga para que te deleite con su "Alehandro, Alehandro, Ale, Alehandro" y a "El Pescao" (juro que hay un cantante que ha elegido voluntariamente eso como nombre artístico) para que te cante con buen rollito que sólo tiene que hacer "un castillo de arena bajo tus pies" (¿?¿?¿?).

Sí, definitivamente, me encantan los 40.
Y no es irónico, de verdad que me encanta la música ligera y fácil de cantar y bailar. Lo que me preocupa es que ése sea el único tipo de música que nos llega a través de la radio... Porque estar en modo intrascendente es maravilloso, pero vivir de ese modo 24/7 tiende a preocupante.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Belleza



I was thinking about... the nicest things

Puede que no te guste el baile. Aunque el baile es un concepto tan amplio que es casi imposible no sentirse atraído o no admirar alguno de los muchos estilos que existen.
Pero lo que es seguro es que el ojo humano es sensible a lo bello, a lo perfecto. Y el vídeo que os he puesto arriba es la perfección llevada a cabo por niñas de no más de trece años que realizan una coreografía que, por primera vez en mi vida, me ha puesto los pelos de punta. Ya sólo por eso merece la pena poner este vídeo por aquí para compartirlo con vosotros.
Aunque no os guste el baile, probad a darle al play y disfrutad de su belleza durante unos segundos... no creo que luego queráis dejar de verlo.

PD: Gracias a Araceli, que compartió esta maravilla a través de Facebook

martes, 14 de septiembre de 2010

Lo necesito

I was thinking about... what we really need

¿Qué necesitamos?
Sin llegar al extremo de tenernos que ir a vivir en pelotas a una cueva... ¿qué es lo realmente imprescindible?
Haremos un tic en comida, medicinas y ropa. ¿Pero cuánta? Llega un momento en que no hay armario que soporte tanto estar a la moda... ¿Importa? Y yo soy la primera que se pirra por un jersey original, un abrigo bonito, unos vaqueros que me favorezcan... Pero me agobio a mí misma. Vayas cuando vayas a cualquier centro comercial, siempre hay gente. Y me pregunto si habrá un límite.

Hay quien opina que esta crisis puede enfocarse desde una perspectiva positiva: como cuando en nuestras vidas personales nos encontramos inmersos en una y conseguimos (generalmente) hacer de ella un punto de inflexión positivo, una oportunidad para replantearse los valores que nos han llevado a esa situación no deseada. Dicen estos optimistas que quizás salgamos de ésta siendo un poco más conscientes de lo que hacemos con nuestro dinero, un poco menos ambiciosos, algo más razonables.
Pero me da en la nariz que seguimos teniendo cierta pulsión a
tropezar una y otra vez con la misma piedra.

Todas estas reflexiones vienen de lejos, pero mi breve paso por la feria del regalo en Madrid ha sido la gota que ha colmado el vaso. Pondré unos ejemplos ilustrativos de lo que se vende en algunos de los stands y, por lo tanto, de lo que la gente en la calle demanda y compra:
  • cerditas sonrientes con tutú para colgar del árbol de Navidad
  • un Papá Noel con los brazos en jarras que es, precisamente, una jarra para el té/café
  • paraguas ribeteados con piel artificial (en marrón o negro, your choice)
  • cojines con forma de capullos de rosa
  • bomboneras de cristal
  • un reno de 1,20m de alto por 1,50 de largo
  • etc
No sé. Me pregunto cuánto tardaré en comprar yo misma alguno de esos objetos sin tener muy claro para qué lo quiero sólo porque lo tengo delante. Y me pregunto cuánto conseguiría ahorrar a lo largo de un año si comprara sólo lo que necesito... It may be worth a try...

martes, 7 de septiembre de 2010

"Liberados"

I was thinking about... s e x

Una entrevista digital con Valérie Tasso que he encontrado por casualidad en El País me ha dejado pensando. En ella, la escritora responde de la siguiente manera la pregunta de uno de los lectores:


"...al sexo lo que hay que desligarlo no es de los susurros de la intimidad sino del parloteo de la colectividad. Me explico: hablar y practicar sexo de manera permanente es, paradójicamente, un proceso de ocultación. Pensamos que, haciendo eso, ya estamos más "liberados" cuando, en el fondo lo único que estamos haciendo es reforzar una concepción alineada y estandarizada del deseo."

¿Opiniones al respecto?

PD: Sí, ya estoy de vuelta.
PD2: He aparcado temporalmente el proyecto del libro. Cuando retome su lectura, iré poniendo comentarios por aquí.