martes, 30 de octubre de 2007

Ejercicio nº 4

Bueno, bueno. Otra vez martes.
Y aquí tenéis mi cuarto ejercicio.
Esta vez se trataba de hacer una descripción "puramente física" de un gesto ante el espejo, "eludiendo cualquier consideración reflexiva acerca de lo que se está observando". El trabajo ha resultado bastante complicado: los que ya conocéis mi forma de escribir sabréis que no me detengo demasiado en descripciones, voy más al grano, con lo que un texto exclusivamente descriptivo ha supuesto, cuanto menos, un reto.
Os dejo que juzguéis vosotros mismos el resultado. Como siempre, me encantará leer vuestros comentarios a la entrada, ya sean positivos o negativos.
Enjoy!


El perfil de Ana es claramente distinto al que dejó de recuerdo en el azogue hace unos meses.
Sus enormes ojos negros llevan tiempo ensombrecidos por ojeras ya imposibles de disimular que confieren a su mirada el aire distante y triste de quien ha vivido suficiente.
Pero el resto de su piel sigue joven, pálida, a veces casi transparente cuando alguna vena azul se pega contra la superficie.
Si se mira con atención, aún puede reconocer las marcas del bikini del verano pasado. Son, quizás, lo que menos ha cambiado desde la última vez que se atrevió a mirarse al espejo.
Los pechos, sin embargo, han duplicado su tamaño, luciendo ahora una rotunda turgencia que no deja de sorprenderle.
Y el vientre.. Sus jóvenes manos acarician esa nueva curva que se ha formado por encima del corte de sus piernas y que apenas le permite intuir el comienzo del vello púbico. Una redondez perfecta que tersa su piel haciéndola brillar con los primeros rayos de la mañana. Las manos se resisten a separarse de la novedad mientras su mirada sigue recorriendo el reflejo en busca de más cambios.
Sus brazos y piernas están claramente más robustos. Se ve más mujer.
Y sin embargo, su cara sigue siendo tan de niña.
Cuando, finalmente, sus ojos vuelven a encontrarse con los de su gemela en el espejo, no puede evitar esbozar una amarga sonrisa que acentúa aún más las sombras de su mirada. Y el segundo que dura un parpadeo es suficiente para liberar el mar agazapado tras las pestañas.

viernes, 26 de octubre de 2007

Dani vs Sergi

Tenemos por un lado a Sergi, el racista agresor del metro de Barcelona que se escuda en una supuesta borrachera para justificar la agresión a la chica (chica, vale ya de "menor", ante todo es persona) ecuatoriana.
Sergi y su estupidez llenando titulares, portadas y páginas y páginas de periódicos.

Y por el otro lado tenemos a Dani.
Valenciano, estudiante del último curso de Derecho. 23 años.
El martes, cuando iba camino de la Facultad, presenció una pelea entre un hombre y una mujer en la que ella estaba siendo agredida. Decidió intervenir, al contrario de lo que la mayoría habría(mos) hecho. Recibió un puñetazo en el cuello como recompensa a su valentía que le hizo desplomarse al suelo y golpearse la cabeza.
Dani permaneció en coma durante tres días. Y al tercero falleció. Por eso tenemos que hablar de él en pasado.
Su agresor puede que sea procesado por homicidio imprudente. Pero puede que no.

Dani y su historia no han ocupado esta semana más de media página en algún que otro periódico. Y dudo que hallan sido siquiera mencionados en los titulares televisivos.
Que alguien me explique por qué este héroe no llena las primeras páginas de los periódicos. Por qué no se difunde a bombo y platillo la noticia de que aún queda gente buena. Por qué, en definitiva, se presta más atención a la maldad que a la bondad.

Sí, está claro que el morbo vende más. Que la historia de un desgraciado es más mediática que la de un valiente.
Pero... ¿por qué?

miércoles, 24 de octubre de 2007

Regalo

I was thinking about... magic

Aquí tenéis un pequeño regalo de mí pa' vosotros. Para alegraros la semanita y hacer más llevaderos los últimos días antes del fin de semana.
El vídeo mezcla a la perfección la magia de la música con la de las sombras.
Espero que os guste.

martes, 23 de octubre de 2007

Ejercicio nº 3

Bien, aquí tenéis el segundo texto de la serie "Ejercicios". Éste es un poco distinto al anterior, ya que nos pidieron que escribiéramos una historia utilizando una lista de palabras dadas en el mismo orden en que se nos entregaban. Las palabras son grupos de dos o tres que la profesora extrajo de la página de un libro, colocando sobre ella un folio con un rectángulo recortado en el centro. En el texto que encontraréis a continuación están subrayadas, para que veáis claramente cuáles no son mis expresiones y comprendáis por qué suenan tan artificiales algunas partes del texto.
¡Que lo disfrutéis!
P.D.: Me interesan mucho vuestros comentarios al respecto así que no seáis vagos y comentadme qué os ha parecido, porfa!

Tres años después, Elisa dormía todavía. Y las noches que le dejaban, Alberto dormía a su lado con la mano metida bajo las sábanas, sintiendo ese tibio cuerpo que hacía tanto tiempo había sido suyo. A pesar de que la Elisa de la que se enamoró no tenía nada que ver con la Elisa dormida, cuando Alberto, en las noches de insomnio solitario, pasaba la cabeza por la almohada de la durmiente, seguía percibiendo ese perfume indescriptible que siempre había emanado su amada.
Esas noches sin sueño eran su peor pesadilla, cuando en el silencio del hospital revivía con los ojos abiertos esa profundidad amarilla que se le había quedado grabada en el alma el día en que Elisa cayó como muerta al suelo. Y habría sido mejor así.
Siempre había pensado que los hombres para los enfermos son como las mujeres para la mecánica: unos completos inútiles.
Y a pesar de todo, ahí seguía él todos los días, sin trabajo, sin amigos y sin familia; solo, con un dolor más profundo que toda su raza.
Desde el principio les habían dicho que la suya era una relación del todo inconsciente. A quién se le ocurría, comentaban, enamorarse de la prometida de su socio masculino. Pero el corazón de Alberto nunca entendió de negocios. Lo que sentía por Elisa era cien veces más profundo que aquello que en su día creyó sentir por las decenas de coristas mantenidas de su bolsillo que pasaron por sus sábanas.
“Coristas” las llamaba, en un guiño a su abuelo, antiguo cabaretero bonaerense y enamoradizo incorregible. Coristas devoradoras del dinero que ahorran. Coristas salvajes, tigresas de noche y damiselas de día que vuelven con el sol para que les laman las heridas.
Alberto vivió sus romances fugaces usando la presencia de su abuelo como escudo contra la conciencia. Pero en cuanto éste faltó, su modo de vida se vino abajo, como peones en un juego de ajedrez mal jugado.
Con Elisa había llegado no sólo la seguridad, sino la decencia: por fin podía salir a la calle con el espíritu limpio, libre de reproches.
Pero tres años de espera eran demasiados.
En silencio, recogió la gabardina cuidadosamente doblada sobre los brazos de la butaca y, sometiendo el clandestino sonido de sus pisadas a la censura de los calcetines, abandonó la habitación de una tal Elisa en busca de sus cabareteras.
Cuando la mujer abrió los ojos, Alberto ya no estaba allí.

viernes, 19 de octubre de 2007

Estupenda


I was thinking about.... solidarity

Claro que si yo fuera heredera de un magnate hotelero de la talla de Barron Hilton, puede que también sintiera la imperiosa necesidad de ayudar a los más necesitados.... haciendo un viaje de cinco días por Ruanda seguida de cerca por un equipo de televisión. Ahí es nada.
Y es que, qué más necesitan esos pobres negritos (que quedan tan bien en las fotos, mucho mejor que los discapacitados) que ser visitados por una celebridad del calibre de Paris. Nada. Está claro. Antes de comer, de beber, de no morir por enfermedades infecciosas plenamente superadas en el primer mundo, antes de todo eso, quieren salir en la tele con Paris Hilton.
Y yo me pregunto qué pensaran las madres de esos niños que probablemente salgan en todos y cada uno de los planos de la solidaria millonaria. Qué les importa a ellas quién sea esa rubia con cara de pato. Qué más les da que haya ahí unos hombres grabando las imágenes que luego se emitirán en todo el mundo.
Déjanos vivir nuestra vida, pensarán. Qué sabes tú de nosotros, de nuestros problemas. Qué pretendes aprender en cinco días.
Pero la omnipotente Paris no quiere aprender, ha dejado bien claro que con este viaje pretende "demostrar a la gente lo duro que trabajo".
Y es que 26 años de excesos y 23 días en la cárcel dan de sobra para ideas tan estupendas como ésta.

jueves, 18 de octubre de 2007

Lefties

I was thinking about... fruitful collaborations.

Abro con este post una nueva sección en mi blog (la segunda en muy poco tiempo, junto con la de "ejercicios"). La he llamado "colaboraciones" porque, al contrario que la coautora del texto que váis a leer, no tengo ese puntito de chispa que hace falta para poner títulos divertidos a las etiquetas.
Así que aquí lo tenéis, mi primer post conjunto con una gran bloggera, fan también de Carlos Siles, a la que recomiendo siempre que tengo oportunidad. Su blog, para los que estéis interesados es http://www.angeluxi.blogspot.com. Echadle un vistazo porque os aseguro que os váis a echar unas risas...
En cuanto al tema de la entrada, no recuerdo muy bien cómo surgió la idea del post conjunto, pero sí el momento: era por la época en que yo me sentía como un producto de una tienda de tara barata ( por mis problemas de cojera y demás) y en un comentario a una entrada mía, Angeluxi me propuso escribir una entrada conjunta. Y aquí tenéis el resultado.
Aprovecho este post para ofreceros, a todos los que tengáis algo que decir/escribir, que me enviéis vuestras ideas para que esta colaboración sea la primera de muchas más ( y lo digo en serio, me encantaría!!).
Lo dicho, pues. ¡Que la disfrutéis!

Ahí estás tú. Tienes 14 años y los 10 euros de la paga en el bolsillo. Y la puerta del Lefties se abre tentadora ante tus ojos: ¿qué puede haber mejor que encontrar jerséis, zapatos y camisetas por menos de 5€? Aún te sobrará algo para el menú del Burger...
No has entrado nunca, claro, todo lo que sabes sobre esas maravillosas tiendas te lo han contado tus amigas más guays: Tienes que ir, te dicen, es una pasada, mira, yo este vestido me lo compré por dos euros y sólo tiene aquí un descosido, ¿ves? Y ni se nota.
Y tú en la puerta, con todas esas frases en la cabeza y piensas que aquella tienda debe ser el paraíso con el que siempre has soñado: aquel en el que tu paga sirve para comprar algo más que una bolsa de patatas y una entrada de cine...
Cuando entras, por fin, necesitas un momento para entender el orden dentro del caos: por todas partes se amontonan faldas con zapatos y sujetadores. Pero pronto empiezas a hacer lo que hacemos todos en ambientes desconocidos: sigues a la manada.
Así que revuelves en todos los montones, te pegas con quien haya que pegarse, y llegas a la cola de los probadores con un montón de ropa que apenas deja ver tus ojos llenos de avaricia.
Te pruebas camisetas, vestidos, cinturones, pantalones.. cosas que en otras circunstancias habrías pasado por alto, pero es que son tan baratas...
Te decides, por fin, por un par de prendas que más o menos cuadran con tu presupuesto (prescindiendo ya de la merienda en el Burger). Y entonces llega la conciencia: revisas la ropa por todas partes, porque algún fallo tiene que tener, si no no estaría en la tienda...
Pero no. Y entonces caes en la cuenta: la ropa que te estás comprando es la que nadie quiso en un primer momento, la que sobró de las tiendas porque no era suficientemente... ¿estilosa?¿moderna?
Total, que haces la cola de la caja dubitativa, pero al llegar ves que encima te regalan un brillo de labios, o una sombra de ojos (¿tóxica?¿pasada de moda?) y todas tus dudas desaparecen...
Pero también puede ser que seas de las desheredadas. Las parias del patio del recreo, que nunca encuentran nada, pero nada de nada, y al final tienen que terminar comprándose los pantalones en el Zara de niños, con ese espacio para el paquetillo, que evidencia claramente que además están diseñados para un chico.
Nada más entrar, ya percibes el tufillo a humanidad. No quieres ni pensar en cómo tienen que oler los probadores, con toda esa gente quitándose los zapatos. No estás en tu momento más tolerante respecto a las pequeñas miserias de la humanidad, precisamente.Además, sabes que no vas a encontrar nada y que, a la primera de cambio, claudicarás, volviendo a casa con la cabeza gacha, y teniendo que ir a clase al día siguiente con tus pantalones de tío.
Nada te queda bien. Toda la ropa es una "baba". Te marea la música machacona, la estridencia de los colores. A veces entrar en el Stradivarius o el Lefties es como entrar en el local bakala más chungo, o como poner un pie en la antesala del infierno.
Pero, ¿y cómo asumir la derrota?, ¿por qué otras sí y tú no? Debes de ser una impedida del mundillo de los saldos. Mientras que otras parece que tienen un radar para cosillas que dan el pego, tú no haces más que dar vueltas, sin rumbo, por la tienda, tropezando con la ropa tirada por el suelo, y maldiciendo la talla 36.
No, si al final va a resultar que estás hecha para vestirte con ropa de firma, no te fastidia...

martes, 16 de octubre de 2007

Ejercicio nº 2

Dado que el primer ejercicio fue un fracaso creativo monumental, paso directamente a presentaros el segundo texto. El enunciado de esta semana pedía que representáramos una escena en la que una persona se vestía a oscuras. Y esta es mi propuesta. Como siempre, agradezco el feedback sincero!
Enjoy!
P.D.: Estos textos no tendrán título porque no son relatos inventados libremente por mí y les falta, por tanto el componente de unión sentimental que me permitiría darles un nombre apropiado.
P.D.2: Mil gracias por los comentarios y el apoyo, espero estar a la altura!
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La persiana está bajada. Es fácil saberlo porque los sonidos de la calle, tan sólo dos pisos más abajo, se escuchan lejanos.

El despertador ha sonado hace tiempo y, con esfuerzo, me decido a levantarme. Hace calor, demasiado. La costumbre de dormir desnuda me ha salvado, una vez más, de morir por asfixia.

El tacto de mis pies contra el frío suelo me consuela. Una décima parte de mi cuerpo vuelve a tener temperatura humana.

Hoy hará calor. Todo el día. Así que busco en la zona derecha de mi armario, la zona de la ropa de verano. Paso los dedos por los suaves vestidos de lino, transparentes, dicen. A continuación, algunos pantalones de algodón, clasificados por colores. Los de la derecha más claros que los de la izquierda. Voy palpando las indicaciones de las etiquetas: falda rosa, camisa azul, pantalón blanco.

Siempre me gustó la combinación del blanco y el azul.

Me decido.

Es complicado, pero el tiempo a oscuras ha agudizado mis sentidos y ya apenas me confundo de pernera.

La tela de los pantalones se desliza, amable, por mi piel recalentada. Carlos dice que me sientan muy bien.

Antes de ponerme la camisa, la censura del sujetador. Sé que la azul se transparenta mucho.

El cierre del sujetador fue lo que más me costó al principio, pero después de tanto tiempo ya no se me resiste. Noto cómo los aros se me clavan bajo el pecho y escucho la voz de mi madre: deberías quitárselos, he leído que favorecen el cáncer de mama.

Ojalá pudiera hacerlo.

En cuanto me abrocho la camisa, siento cómo mi transpiración aumenta. Sé que se empiezan a notar pequeñas marcas oscuras bajo las axilas, justo donde la tela se pega a mi piel.

Abro la persiana y el calor que baña mis mejillas me indica que ya ha salido el sol.

Ojalá pudiera verlo.

domingo, 14 de octubre de 2007

"Es que...."


I was thinking about... how to apologize
Lo juro, es la última vez que dejo pasar tanto tiempo entre dos entradas.
Ahora viene el "es que" de rigor: la cosa es que el comienzo de las clases, a pesar de que no está siendo excesivamente duro, lleva su tiempo (sobre todo en cuanto a organización); a eso se le suma el que tengo que preparar las clases de inglés que les estoy dando a dos compañeras mías, la atención a mi abuela (que normalmente corre a cargo de mi madre pero que, como está coja perdida -sí, es cosa de familia- me tengo que encargar yo), más la compra de regalos de la mitad del mundo que cumple años en Octubre etc etc. Y la Escuela de Letras.
Resulta que a través de Javi he conocido unos cursos on-line sobre escritura creativa que imparte esta institución y me he apuntado. Lo cual implica el compromiso de escribir un texto con tema predeterminado una vez a la semana. Una obligación más, por lo tanto.
Por cierto, hablando de la Escuela, he pensado que a lo mejor os interesa leer los ejercicios semanales que tengo que hacer. Son pequeños textos de ficción en torno a un tema que propone la profesora. El de la semana pasada fue, por ejemplo, describir un sueño mientras ocurre. Pensé postear el texto sin más, para darle un toque de ficción a este espacio, pero creo que debería consultároslo antes. Si os parece bien, publicaré los ejercicios cada martes por la tarde, siempre con la cabecera "Ejercicio" y el número correspondiente para que aquellos a los que no os interese no los leáis. Bueno, lo dicho, que espero vuestras respuestas. En caso de no recibir ninguna, obviamente, no publicaré nada ( no es una amenaza, tampoco son gran cosa..).
Ah, y una última cosa: hoy es el concierto de Carlos Siles!!! Espero que todos los que podáis os paséis por la Sala Clamores a las 21.30, seguro que va a merecer la pena!!
Ya termino por hoy. Prometo mantener el espacio más actualizado de ahora en adelante, una vez superado el shock del comienzo de las clases.
¡Un besote!

sábado, 6 de octubre de 2007

Madrid

I was thinking about... the best music to fall in love with Madrid again and again.

Es fin de semana, e incluso los bloggeros (qué palabra tan fea) serios y responsables como una servidora tienen derecho a vacaciones. Aún así, me acuerdo de vosotros y como sé que os habéis portado bien esta primera semana de Octubre, os dejo un regalito para los oídos.
Sé que Sabina es controvertido como persona y como músico, pero es indiscutible como poeta. Así que aquí lo tenéis, la mejor canción de amor jamás escrita a nuestra ciudad.
Enjoy your weekend!

Yo me bajo en Atocha- Joaquín Sabina

Con su boina calada, con sus guantes de seda,
su sirena varada, sus fiestas de guardar,
su vuelva usted mañana, su salvese quien pueda,.
Su partidita de mus, su fulanita de tal.

Con su todo es ahora, con su nada es eterno,
con su rap y su chotis, con su okupa y su skin,
aunque muera el verano y tenga prisa el invierno
la primavera sabe que la espero en Madrid.

Con su otoño Velázquez, con su Torre Picasso,
su santo y su torero, su Atleti, su Borbón,
sus gordas de Botero, sus hoteles de paso,
Su taleguito de hash, sus abuelitos al sol.

Con su hoguera de nieve, su verbena y su duelo,
su dieciocho de julio, su catorce de abril.
A mitad de camino entre el infierno y el cielo...
yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.

Aunque la noche delire como un pájaro en llamas,
aunque no dé a la gloria la Puerta de Alcalá,
aunque la maja desnuda cobre quince y la cama,
aunque la maja vestida no se deje besar,
"Pasarelas Cibeles", cárcel de Yeserías,
Puente de los Franceses, tascas de Chamberí,
ya no sueña aquel niño que soñó que escribía,
Corazón de María, no me dejes así...

Corte de los Milagros, Virgen de la Almudena,
chabolas de uralita, Palacio de Cristal,
con su "no pasarán" con sus "vivan las caenas",
su cementerio civil, su banda municipal.

He llorado en Venecia,
me he perdido en Manhattan,
he crecido en La Habana, he sido un paria en París,
México me atormenta, Buenos Aires me mata,
pero siempre hay un tren
que desemboca en Madrid.

Pero siempre hay un niño que envejece en Madrid,
pero siempre hay un coche que derrapa en Madrid,
pero siempre hay un fuego que se enciende en Madrid,
pero siempre hay un barco que naufraga en Madrid,
pero siempre hay un sueño que despierta en Madrid,
pero siempre hay un vuelo de regreso a Madrid.

viernes, 5 de octubre de 2007

Amor

I was thinking about... weddings

Para hoy os tengo preparado otro pedacito de realidad para hacerle competencia a la ficción:

Empezaré por el principio.Un matrimonio tiene dos hijas. Pongamos que las niñas se llaman Ana y Carmen. Sus padres, por la razón que sea, no pueden hacerse cargo de las dos y dan a Ana en adopción. Las dos niñas crecen sin saber de la existencia de la otra, sintiéndose hijas únicas.
Ana (o Carmen) descubre, llegado un momento de su adolescencia, que no se siente mujer. Y decide cambiarse de sexo.
Pasados unos años, las dos hermanas (ahora hombre y mujer) se conocen. Y se enamoran. Y deciden casarse.
Pero héte aquí que, cuando el funcionario del Registro Civil va a inscribirlas como matrimonio, descubre que son hijas de la misma madre biológica y, dado que el artículo 47 del Código Civil prohíbe el matrimonio entre parientes en línea recta por consanguinidad o adopción, un fiscal ha considerado ahora que el matrimonio, que fue llevado a cabo por las interesadas siendo ya conscientes de su situación, debe de ser anulado..

Y ahora pregunto yo: ya sabemos que esta decisión es legalmente justa, pero.. ¿es humanamente razonable?

jueves, 4 de octubre de 2007

Chicle

I was thinking about... how tired I'm feeling.

Es una sensación extraña. Como si reaccionara unos cuantos segundos tarde ante cualquier estímulo exterior.
Como el chicle al que hay que convencer con la lengua para que se separe de los dientes, estos días de universidad tiran de mí y siento que me cuesta horrores responder. Las asignaturas me parecen, como mucho, la mitad de interesantes que las del año pasado y sólo la perspectiva de tener que trabajar como lo hice el último curso me cierra los párpados y me pega irremediablemente al sofá.
Imagino que se me pasará en cuanto llevemos un par de semanas de clase, pero ahora mismo siento cómo mi cuerpo (defectuoso todavía) protesta cuando le obligo a levantarse cada mañana al ritmo del politono de la 20th Century Fox (lo sé, demasiado friki para ser cierto...).
Todavía tengo que hacer las paces con mi pierna... y con el resto de mí.
Parece que últimamente no estoy a gusto conmigo misma,
no reconozco ( o no quiero reconocer) mi propio reflejo ante el espejo...
Será cuestión de tiempo.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Monjas


I was thinking about... life's contradictions

Atención amantes de todo tipo de relatos fantásticos y/o surrealistas:
Os comunico que, definitivamente, la realidad se ha mostrado superior a la ficción.

Y no lo digo sólo por decirlo (que podría, dado mi historial de experiencias surrealistas) sino porque ayer, en la página del 20 Minutos, leí una historia que terminó de confirmar mi teoría:
En un convento de monjas clarisas en Italia tres hermanas dieron una paliza a la madre superiora "porque la vida dispersa de ésta les impedía concentrarse". Tal fue la paliza, que la monja tuvo que acudir al hospital para que le trataran diversas heridas.
Pa' que vuelvas.
Y nada de respetar al prójimo ni quererlo más que a uno mismo ni nada de eso. Me molesta, me la cargo. Y problema resuelto.

El caso es que el arzobispado está intentando echar a las monjas del convento porque tiene intención de cerrarlo. Dos de las tres agresoras ya se han ido por su propia voluntad pero una tercera, que lleva ya 44 años en el convento, se niega a marcharse. La cosa está chunga, viene a decir el artículo, porque es imposible negociar con ella ya que se niega a romper su voto de silencio.

Hay que joderse.

lunes, 1 de octubre de 2007

Lisa Lavie (extraordinaria)


Aquí os dejo un pedacito de sueño, de una voz de negra en un cuerpo de blanca. Una muestra (extraordinaria) de la marea de personas que buscan algún día arañar la playa del éxito.
Juzgad vosotros mismos. Yo sólo soy la mensajera.