viernes, 5 de octubre de 2007

Amor

I was thinking about... weddings

Para hoy os tengo preparado otro pedacito de realidad para hacerle competencia a la ficción:

Empezaré por el principio.Un matrimonio tiene dos hijas. Pongamos que las niñas se llaman Ana y Carmen. Sus padres, por la razón que sea, no pueden hacerse cargo de las dos y dan a Ana en adopción. Las dos niñas crecen sin saber de la existencia de la otra, sintiéndose hijas únicas.
Ana (o Carmen) descubre, llegado un momento de su adolescencia, que no se siente mujer. Y decide cambiarse de sexo.
Pasados unos años, las dos hermanas (ahora hombre y mujer) se conocen. Y se enamoran. Y deciden casarse.
Pero héte aquí que, cuando el funcionario del Registro Civil va a inscribirlas como matrimonio, descubre que son hijas de la misma madre biológica y, dado que el artículo 47 del Código Civil prohíbe el matrimonio entre parientes en línea recta por consanguinidad o adopción, un fiscal ha considerado ahora que el matrimonio, que fue llevado a cabo por las interesadas siendo ya conscientes de su situación, debe de ser anulado..

Y ahora pregunto yo: ya sabemos que esta decisión es legalmente justa, pero.. ¿es humanamente razonable?

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