lunes, 11 de junio de 2007

Cambiamos

I was thinking about... an interesting conversation I had...

Hay quien cree que las personas nacen de una determinada manera y que su forma de ser, tanto en los aspectos positivos como los negativos, es imposible de cambiar.
No estoy de acuerdo.
Confío plenamente en la capacidad de cambio del ser humano. Y digo esto no sólo movida por un idealismo sin fundamentos: he comprobado (también en mí misma) que las personas cambian y que, la mayoría de las veces, lo hacen gracias a otras personas.
Hay quien pasa de ser una persona sin escrúpulos a ser un voluntario comprometido con su causa.
Hay quien odia a las personas de otras razas y en cuanto tiene la oportunidad de conocer a una de ellas se da cuenta de lo equivocada que estaba.
Hay quien ignora que detrás de cualquier tipo de fachada (ropa, actitud...) hay una persona con sus inquietudes y sus sentimientos, y cuando lo descubre nunca más vuelve a cometer el error del prejuicio.
En esto, además, se basa la elección de mi futura profesión: ¿qué sentido tendría estar formándome como maestra si no creyera que puedo cambiar a mis alumnos?
Creo profundamente en la bondad innata del ser humano y en su capacidad de sacar lo mejor de sí mismo siempre que sea necesario.
Soy idealista, imagino, pero ya me lo han dicho tantas veces...

3 comentarios:

filiptc dijo...

Yo siempre he defendido que lo que somos al nacer es una pizarra en blanco. Todo lo que somos está formado por trazos de tiza blanca y de colores donde cada uno de ellos proviene de una experiencia. La malla que resulta es diferente en cada persona y forma su personalidad. No creo en la maldad como cualidad (me llaman ingenuo e inmaduro) y efectivamente creo que podemos trazar líneas en la pizarra que modifiquen la malla y cambien a la persona.

Hugs y enhorabuena por el nuevo blog!
Phil

culanas dijo...

Mala cosa nacer como pizarras en blanco, muy mala cosa: estaríamos condenados a ser otros.

filiptc dijo...

Para nada mala cosa. Estamos 'condenados' a ser a lo que las experiencias nos amoldan. Si naciéramos con un chip impreso estaríamos condenados a ser como pone en ese chip. A mi manera de verlo hay tenemos la libertad de cambio. No veo donde está la condena 'a ser otros'.